25 mar 2011

UN AÑO DESPUES


FÁCIL DE QUERER, DIFÍCIL DE PERDER, IMPOSIBLE DE OLVIDAR”

Cuando se nos va alguien para siempre, los adultos solo sentimos vacío, dolor, rabia, sufrimiento.
Ese fue el modo en que me sentí en estos últimos años cuando fueron marchando uno tras otros mi abuela, una señora con 91 años, que me enseñó mucho, con la que compartí muchos momentos de mi vida; mi padre, a quien adoraba por ser como era: una bella persona que le daba importancia a las cosas que de verdad valían la pena y las demás…. para qué; mi cuñada, una mujer muy joven que vivía para todos, siempre pendiente de los demás y ante todo y sobre todo luchadora… Pero con mi hijo fue distinto, sencillamente mi vida desapareció, el motor de mi existencia desaparecía de repente y “todo” se convertía en “nada”.
Día a día, comencé a tener contacto con los amigos de mi hijo, y ellos me han dado una lección de vida, ellos me han enseñado que Mario se fue, pero lo más importante es que estuvo; que debemos seguir el camino que él abrió, un camino en el que lo importante para él era que a su alrededor todos pudieran tener una sonrisa en su cara, la misma con la que él iluminaba a quienes le rodeábamos.
La gente joven de hoy, son personas con una calidad humana impresionante, algo que me han demostrado a lo largo de este año. Son “niños” a quienes no les da vergüenza dar un beso o decir un “no olvides que te queremos” cuando lo así lo sienten, para quienes incluso con otros chicos a quienes nunca habían visto, pero a quienes unía un vínculo más grande que la comodidad o la distancia: eran amigos de Mario y lo estaban pasando todos igual de mal, el “estar ahí” al grito de “que …. está de bajón”, y acto seguido los comentarios de apoyo, cariño y animo llovían en los tuentis de ese chico…
De ellos he aprendido que las personas no mueren cuando NO SE LES OLVIDA, y no recordándoles (porque esto implica haber olvidado en algún momento). Y no olvidar se hace reconociendo y poniendo en práctica lo que esa persona nos enseñó mientras estuvo, aunque haya sido tan poco.
Se que el estereotipo en que solemos encasillar a la juventud es el de esos seres descerebrados que van a lo suyo, que no piensan en el futuro o en quienes les rodean.. y nada más lejos de la realidad. A mi tuenti escriben a diario niños que con tan solo 15, 16, 17 años me dan constantes lecciones de cariño, de madurez, capaces de dar un apoyo que en muchos casos los adultos no damos por timidez, por el que dirán… a ellos eso les importa un bledo. Lo quieren hacer, lo necesitan decir y sencillamente lo hacen.
Por todo ello, GRACIAS, mis críos.
Sé que lo anterior os puede sonar a que quiero dorar la píldora a unos niños, pero a continuación os voy a poner la carta que una amiga nos manda desde muy lejos, o frases que aparecen en sus tablones de tuenti en estos días y tal vez comprendamos mejor a estas personitas que son un seguro de futuro que vale la pena, y a lo mejor nos decidimos a imitarles, a aprender de ellos, con ello nos ayudaríamos de verdad los unos a los otros, con tan sólo dejar atrás tantas tonterías, tantas cosas que en verdad no tienen la menor importancia y permitimos que nos estropeen la vida.

Con Mario en el recuerdo...
El pasado miércoles 16 de marzo hizo un año que desapareciste de la vida de muchas personas. Pero a pesar de ello nosotros aún te recordamos, recordamos todos esos momentos vividos con sonrisas, pero sobre todo con tu sonrisa que iluminaba y daba apoyo a cualquiera que lo necesitase. En este pequeño texto solo quiero decir lo mucho que te echo de menos, pero sobre todo lo mucho que te aprecio, lo mucho que te quería y por supuesto lo mucho que te quiero. Quiero que sepa la gente y creo que no lo digo por mí solo que aquí todo el mundo te recuerda todos los días y que seguro que miran al cielo mientras se oye un pequeño suspiro con tu nombre. Por la parte que me toca estoy cansada de mirar tu foto en la pared o en mi agenda del instituto, estoy cansada de pensar que ya no voy a volver a verte, a sentirte, ni yo ni nadie. Con esta pequeña declaración de mis sentimientos, me parece que digo algunos de los sentimientos de los demás.”
Aurora Pérez – Albacete

..Alto, delgado, Rubio, ojazos azules, sonrisa infinita, andares diferentes, una persona increíble, un tanto peculiar, dulce, con carácter, muy fácil de querer Mil momentos, cada uno con pequeños detalles imposibles de olvidar, detalles que te hacían especial, él, el que sabia poner una sonrisa donde había una lagrima, el que convertía los momentos tristes en alegres, tan peculiar, tan imposible de olvidar.
Y otra vez, me encuentro gritando al cielo dándote las gracias por cada perfecto segundo contigo”
Porque hace doce meses que te fuistes. Aprendí que todo lo que habíamos vivido y lo que me habías enseñado era cómo una brújula, para así guiarme siempre. Más tarde comprendí, tan sólo un día después que navegamos con rumbos distintos. Quizás tú sabías, aunque yo no, que la tierra fue creada redonda para que no podamos ver al final del camino, pero si volver a cruzarnos en algún punto de ella. Habrás visto que desde que te fuiste has dejado un vacío imposible de llenar. Habrás comprobado allí arriba, entre tantas estrellas, que la tuya brilla la que más”
Echo de menos el calor de tus abrazos. Tus cosquillas. Que me levantes en brazos.
La luz de tu mirada. Las llamadas por la mañana... y maldecirte.
La paz de tus palabras”
es que cuando alguien se te va, aprendes muchas cosas, como por ejemplo a valorar a todos aquellos que te rodean, a perdonar los errores de los demás y a pedir perdón por cada fallo, pero sobre todo aprendes a no desperdiciar ni un solo momento de tu vida en tonterías. Y es que cuando una persona se va, todo a su alrededor se cubre de un manto de tristeza y agonía, pero también se unen nuevos lazos, y es que gracias a ti, hoy hay grandes amigas que si no hubiese sido por ti ni siquiera se conocería, y sabes qué? Yo me quedo con eso, con todo lo bueno que dejaste aquí, y aunque es muy difícil apartar la tristeza y dejarla atrás, todos día a día lo intentamos.”
O las canciones que le dedican en cada fiesta a las tres de la mañana y sin decir nada todos saben por qué suena con su P’aqui, p’alla.
En otras ocasiones:
Y ahora cansado de mirar tu foto en la pared
Cansado de creer que todavía estás
He vuelto a recordar las tardes del café,
Las noches locas que siempre acaban bien
Y me he puesto a gritar estrellando el whisky en la pared
POR VERTE SONREÍR he vuelto yo a perder”

O la canción que dice:
La vida no espera, no avisa, ni se hace tu amiga.
La vida es un juego, con una partida.
Nos trata de tú, nos grita y nos mima.
Nos reta, nos pone un examen al día.
La vida es lo único que manda en la vida.
La vida no es tuya, ni tuya ni mía.
La vida es la vida, nos pone y nos quita.
La vida no es tuya, ni tuya ni mía.
La vida es la vida, nos pone y nos quita.
La vida no es tuya, ni tuya ni mía
Y la que le dedicaron en la misa que recordó que hacía un año estaba con nosotros:
una luz se apaga y lloran 4 personas
un alma se marcha ya su gente le añoran
todos quisimos despedirnos, cuando llegó la hora
pero no todos pudimos, y por ello hablo ahora
queremos que sepas que aquí todo el mundo te echa de menos,
que sepas que sabemos que estas allí en el cielo,
que sepas que algún día volveremos a vernos
ya solo abra alegría, ya no abra sufrimiento
que sepas que todos siempre te recordaremos
que aquí nadie te olvida que todos te queremos
puedes estar tranquilo, puede pasar el tiempo
que a toda tu familia aquí la cuidaremos

GRACIAS.

30 sept 2010

SOLO UN ABRAZO



No era un día más, Marta ese día cumplía 50 años, “casi nada, media vida” se decía ella.
Eso sí, su gran día había comenzado muy temprano, mucho mas de lo normal, ya que había que limpiar y recoger la casa para que todo estuviera perfecto durante la cena con que celebraría su cumpleaños con la familia.
Debía ponerse ya a preparar las biandas con que iba a agasajar a sus invitados: de primero una crema de nécoras, segundo merluza rellena, tercero solomillo con guarnición de setas y de postre...haría una tarta de queso con mermelada de arándanos, “¡muy original para un cumpleaños!, y con las velas con el número 5 y el 0 que había comprado en tonos morados, quedaría muy divertida”.
Mientras ponía a cocer las nécoras, preparaba el relleno para la merluza, dejaba cortadas las setas y el solomillo, pensaba en sus regalos... con que la sorprenderían ese año.
Su marido, Juan, le traería un bonito ramo de rosas y alguna joya, algo que había hecho durante los últimos 30 años en las grandes ocasiones. Aun recordaba cuando le regaló una delicadísima medalla para el día de la madre, al coincidir este con el nacimiento de su segunda hija, María. El hombre estaba tan nervioso que no sabía que hacer, se lo daba, al tiempo la abrazaba como si quisiera adherirla a su piel para siempre, miraba a la niña en su cunita dormir, la soltaba, le volvía a acercar el regalo, y otro abrazo, eso sí, las que terminaron muy mal paradas fueron las rosas, que para ese día, como no, habían sido de un dulce color rosa. ¡Cuanto tiempo!. Y sus detalles habían sido los mismos en estos años, pero algo había ido desapareciendo de esa escena... los abrazos.
Bueno, las necoras listas para reposar y hacer la crema, la merluza rellena y en el horno, y los ingredientes de la tarta en la batidora, había que seguir...
¿Y José?, que se le habría ocurrido esta vez. Desde que nació había sido una cajita de sorpresas; su nacimiento se adelantó casi dos meses... se negaba a caminar cogido de la mano, y de repente un día se puso en pie y vino caminando hasta el sillón donde ella le tejía una bufanda... no quería hablar con catorce meses, y un día empezó a pedir las cosas que le interesaban con una naturalidad, como quien lo ha hecho desde hace años.. Y así había sido durante los 18 años que ya lucía ese guapo muchacho de 1,80 de alto y delgado (“como si no tomara nunca un caldo soplao”, como decía su abuela). Para los regalos era igual... el día de su Primera Comunión, cuando terminó de recibir sus regalos, sacó de su bolsillo un paquetito y se lo dió a Marta. Le regalaba una pulsera de cuero donde habían grabado “a la mamá mas cansada del mundo”; a Marta le entró una llorera que el calmó a base de besos y abrazos y le prometió que nunca volvería a celebrar nada porque ella terminaba agotada y triste. Y mas besos y mas abrazos. Cuando hicieron su graduación de Secundaria, nada mas recibir su título, salió corriendo hacia su madre y la abrazó delante de todo el mundo diciendo:”es mi madre y se lo merecía”. Desde ese día esta actitud fue a menos, ¡que vergüenza, que sus amigos le vieran abrazar a su madre!, cosas de la edad, eso sí los regalos y sorpresas se iban refinando.
La crema apartada del fuego, a la merluza le quedaban unos minutos, y la tarta estaba en la nevera reposando para poder desmoldarla mas tarde. Iría a poner la mesa.
María era casi transparente, y a sus 16 preciosos años, sus ojos azules brillaban cada vez que tentaba a Marta para “no decirle” cual iba a ser su regalo. Pero como era tan desordenada, había encontrado varias referencias a lo que había elegido: revistas con fotografías de pulseras de Pandora, una página de internet con abalorios para las pulseras, … Pero siendo como era de detallista seguro que cada abalorio tendría su cartelito donde le explicaría la razón por la cual lo había elegido. De niña se pasaba la vida entre sus brazos, al salir de casa, cuando llegaba de la calle, cuando se levantaba de la mesa, cuando se iba para la cama.. y lo que recordaba Marta con mas dulzura era cuando de madrugada se pasaba a la cama de sus padres y se acurrucaba a su lado, abrazándola con sus bracitos y así se dormía hasta la mañana. Que lejos quedaba aquel calorcito.
La mesa lista, lo mejor sería recoger la cocina, que pronto llegarían todos. Habían salido a tomar algo mientras ella se encargaba de todo “y así no la molestaban”.
Sus padres, Ricardo y Elena, habían sido siempre dos personas muy trabajadoras, que habían luchado por sus 4 hijos en momentos muy duros y que no habían escatimado esfuerzos para darle todo lo que necesitaron, además de estudios, viajes... pero si de algo habían pecado siempre era de autoritarios, y distantes, ellos lo justificaban con que no tenían tiempo, pero lo cierto es que los abrazos los vendían caros. Su regalo, sería sobre todo “práctico”.
Todo listo. Tan pronto como llegaran les pondría unos aperitivos mientras acababa de hacer las setas y el solomillo, y todos a la mesa.
Eran ya las 9 de la noche y estaba francamente agotada, pero “debía disfrutar de la celebración con que iban a agasajarla”.
Oyó la puerta y María a gritos le dijo: “Mamá, ya estamos aquí, y tenemos un hambre” unos se dirigieron directamente al comedor, y tan solo su madre, Elena se acercó a la cocina para comprobar que todo estaba listo.
Marta llevó las bandejas con aperitivos a la mesa y regresó a la cocina para terminar de hacer la cena, los demas comenzaron a dar buena cuenta de todo, mientras tomaban un vino esperando el banquete.
Ella en la soledad de su cocina, se sintió como la Cenicienta del cuento... pero no tenía derecho a quejarse, seguro que le esperaban momentos muy bonitos esa noche, y tal vez algún abrazo.
Con la cena lista, Marta no paró de dar mil y un paseos de la mesa a la cocina para cambiar platos, traer fuentes, y a ratitos podía escuchar las conversaciones que la rodeaban: futbol, la tarde en la piscina, las amigas de la partida de la tarde.... y cuando por fín llegó la tarta y el café, sintió un gran alibio, su jornada laboral había terminado (bueno, mas o menos). Le cantaron el Cumpleaños feliz, le dedicaron un caluroso aplauso y todos a por el postre.
Y llegó el momento de los regalos: Juan un ramo de rosas azules y un anillo con un agua-marina precioso, que Marta recogió directamente de la mesa mientras el observaba desde su sillón; José le regaló el último libro de su autora favorita, se lo entregó en mano y le acarició el brazo como haría el Rey a un Consul; María la pulsera de Pandora, dos abalorios con bebes (niño y niña), otro con alianzas entrecruzadas, una casita, un coche... y así hasta diez con lo que ella creía que tenía su madre en la vida... todo menos un corazón, cada vez que su madre habria un paquetito lo cogía y se lo iba a enseñar a los demás invitados a todo correr; y como no el regalo de Ricardo y Elena una “practica” agenda electrónica, que tenían depositada en la mesa, justo al lado del ramo de rosas de Juan.
Todo era precioso, todo era de muy buen gusto, todo la ilusión que habían puesto al elegirlos, lo agradecidos que estaban de ver su cara de satisfacción, lo mucho que les había gustado la cena que había hecho....
De pronto se dieron cuenta que Pipo arañaba la puerta del jardín, era su perrito de aguas, que mas que pequeño era diminuto, y como era tan nervioso habían castigado afuera, pero empezaba a estar harto de tanta soledad. María fue corriendo a abrirle, y Pipo dando una de sus habituales carreras, una pirueta, mas que un salto, y en brazos de Marta comenzo a darle mil y un besos en la cara en las manos, se acurrucaba en su regazo y volvía a darle besos....
Marta no pudo mas y una lágrima se escapó de sus ojos... por fin alguien la estaba demostrando afecto, la besaba y la abrazaba, y ni se cansaba, ni le daba vergüenza.

26 sept 2010

NO ES LO MISMO RECORDAR QUE NO HABER OLVIDADO

Publicado en el Oriente.



     El miércoles pasado en Unquera recibimos un precioso regalo de manos de muchos, muchos AMIGOS que de la forma mas bonita quisieron tener presente a Mario García.
     Justo ese día se cumplían seis meses desde el día en que hablábamos con él de las aventuras del fin de semana, del partidazo en que con su equipo, el Deva, habían ganado al Racing, un cumpleaños, un partido televisado en algún rincón de Panes... las clases de aquel lunes, y que ese día se había suspendido el entrenamiento, menos mal, después de un fin de semana tan intenso...
     ¿Y como se les ocurrió celebrarlo? Con un precioso día de partidos de fútbol entre los mejores equipos de Cantabria. A la cita fueron convocados el Racing, el Bansander y el Perines, por un equipazo de grandes amigos que tenían muy claro que era el homenaje mas especial que podían brindarle. Y como han puesto en internet “su afición que no le olvida” tampoco faltó a la cita. Fue un día bonito, divertido, ante todo deportivo pero sobre todo con altísimas dosis de cariño, que no son nada nuevo, puesto que a lo largo de todo este tiempo son constantes.
     El I Memorial Mario García Martínez comenzó a las 10 de la mañana con un partido entre el Deva y el Perines que ganaron estos últimos por 1 gol, que como ya han hecho en otras ocasiones su amigo Luis Perez se lo dedicó a Mario. A las 12 eran los del Racing quienes vencían al Bansander.
Por la tarde a las 5 comenzó el penúltimo partido que dio lugar a un orgulloso 4º puesto al equipo de casa, que no por ser de una categoría inferior a sus rivales se lo puso nada fácil. El 3º fue para el Bansander. A las 6,30 se jugó la final entre el Racing (2º clasificados) y el Perines, partido que ganaron estos últimos y que por tener en sus filas al bueno de Luis todos sintieron como propio.
      Gracias a toda esta juventud que a veces juzgamos muy a la ligera y que en situaciones como esta, están demostrando una absoluta madurez, compañerismo y complicidad, capaz de sacar adelante a todos los que les rodeamos.
Gracias a los equipos que colaboraron en el Memorial por la deportividad, pero sobre todo por el cariño que demostraron, compromentiéndose para próximos años a estar ahí de nuevo y valoraron lo que se sintió en el Campo del Llance ese día.
Y sobre todos muchas gracias a la Directiva del Deva que no escatimó medios para organizar un día tan especial y perfecto, a la Peña Frontera Occidental que estuvo muy presente, al Ayuntamiento de Val de San Vicente, y a todos los que nos acompañaron.
      Creo que a las personas se las conoce mas allá de sí mismas en la forma de acordarse de ellas de sus semejantes, y cuando alguien mueve a tanta gente a estar unidos, a celebrarlo con diversión y alegría, alguien a quien no es necesario recordar, puesto que no se ha olvidado, y sobre todo que a su alrededor dejó un lema por el que todos nos guiamos: CON UNA SONRISA SIEMPRE, aunque haya sido breve, valió la pena.
     Gracias.

24 sept 2010

TU NO HACES EL CAMINO, EL CAMINO TE HACE A TI


Artículo publicado en el Oriente de Asturias.
El pasado Domingo tuvimos por segundo año la oportunidad de recorrer la parte del Camino de Santiago que recorre Ribadedeva. En esa ocasión el punto de partida fue el antiguo Monasterio de Santa María de Tina, subimos hacía Pimiango por la Senda Costera y nos dirigimos por una pronunciada bajada hacia las Bajuras de Pimiango y Bustio. Allí nos esperaban otro grupo de caminantes para unirse a nosotros y continuar por el Camino del Cantu, parar en la Capilla del mismo nombre y de allí al Santo Cristo del Bau, festividad que se celebraba ese día.
Cuando recorres un camino, largo o corto, pero con el especial sentimiento que envuelve una peregrinación, te das cuenta que no es solo una caminata mas, como puedes hacer cientos al monte.
En el momento que te encuentras en el punto de partida y comienzan a llegar los que van a ser tus “compañeros de fatigas” comienzas a sentir esa complicidad de la que va a depender el éxito de tu camino y del de los demás, puesto que nadie es nadie sin el apoyo del compañero que va a su lado.
Y comienza el camino y se van sucediendo las dificultades, las fatigas, los dolores, en algunos momentos incluso el desanimo, pero siempre hay alguien que junto a ti comparte un paisaje cuya magnificencia supera todos los sinsabores de tu andar, otro te ofrece una botella de agua o una onza de chocolate, que te recargan las pilar para continuar... alguien con cara de una alegría inmensa te dice “vamos que ya estamos llegando, un poco mas y ya está”, aunque sabes perfectamente que siente el mismo cansancio que tú.
Si nos fijamos bien es tan solo (y nada menos) que un resumen de la propia vida... en ella se suceden las fatigas, los dolores, pero siempre, siempre hay gente a nuestro lado que nos hace ver la luz del cielo, el azul del mar, y sobre todo que nunca estás solo, que siempre a tu lado hay alguien que, aun estando peor que tu, es capaz de sonreír, tenderte la mano para continuar, ofrecerte un trocito de chocolate que endulce tus amarguras o un poco de agua que refresque tu alma. Y solo si somos capaces de ver y sentir todas estas cosas, el camino y la vida valdrán la pena (pese a todo y por encima de todo).
A todos los que os calcéis las botas en algún momento BUEN CAMINO y a los que aun no lo hayáis intentado, no perdáis la ocasión de experimentar algo tan sencillo y tan bonito como es todo aquello que nos rodea cada día y no apreciamos si no tenemos la oportunidad de vivirlo con calma, con esfuerzo, … con paz.

23 sept 2010

SOMOS MADRES ANTES DEL MINUTO 0.

    Muchas veces hemos oido que "el amor de una madre no tiene igual (haciendo referencia normalmente al del padre, abuelos...)", "nadie en el mundo es capaz de dar su vida por otro ser con tanta alegría como una madre"... y no son frases hechas, que se dicen por decir.
     Si hay algo que nadie puede negar, es que desde el mismo instante en que sabemos que nuestro hijo está en camino comenzamos a notar"algo especial" por algo que aun ni siquiera sentimos. Pero cuando llega ese mágico momento en que un "ratonín" se pasea por nuestras entrañas, como acariciandonos desde dentro, y tu comienzas a hablarle con tanto amor que ni siquiera tu sabías que te cabía en el corazón, el vínculo no hará mas que crecer el resto de nuestra vida.
    Y van pasando los meses y todo tu ser lo acuna y lo abraza, y él de vez en cuando pica en las paredes de tu tripa mientras continúa creciendo, como diciendo: "eh, que estoy aquí". 
     El resto de personas a tu alrededor están ilusionados, felices, espectantes, pero ninguno le puede amar, solo tú, porque solo tú lo sientes, es parte de tí y de tu vida desde antes del minuto 0. Ellos a partir de ese instante lo querrán, lo necesitarán pero lo harán poco a poco, lo tendrán que aprender, y lo mismo le ocurrirá a tu hijo, pero tu les llevarás meses de ventaja, ya que tu hijo reconocerá tu tacto, tu voz y solo tendrá que continuar con ese amor que ya conoce.
    Y llegará el momento de su nacimiento, y solo Dios sabe lo que ocurrirá a partir de ese momento, pero hay algo que nada ni nadie te podrá robar (ni siquiera el destino) ese "amor de madre" que todos podrán imaginar, pero ninguno sentir ni vivir, solo tu.

1 ago 2010

EN LAS CURVAS DEL CIELO

Poesía que un amigo dedicó a Mario
1 de Ago, a las 12:31

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Me gusta que me dé el viento en la cara
montado en mi caballo de acero
de noche, de día, de madrugada,
me gusta ser un quijote, motero.
Me gusta oir el ruido de la biela
por pistas, carreteras y senderos.
Me gusta ver salir la luna llena,
redonda, como las ruedas que llevo.
Si el tiempo, compañero de la vida,
se para en una curva del camino,
que el sol funda mi cuerpo en el acero
porque soy caballero del destino
A lomos de pegaso volaré
y si acaso algún día se desboca,
con todas mis fuerzas cantaré:
"YO FUY MOTERO
Y NOS ENCONTRAREMOS EN LAS CURVAS DEL CIELO".....

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25 jul 2010

SIEMPRE

25 de Jul, a las 21:30
      Mientras una sola persona en el mundo
y durante un solo segundo al día te recuerde,
tu siempre eres y serás.

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